Las organizaciones data-driven permiten orientar todos los procesos de la compañía en torno al dato, ayudando a eficientar los procesos de la compañía, mejorar los resultados de negocio y reducir el fraude y los riesgos. Las estructuras y formas de trabajo tradicionales de las organizaciones deben evolucionar para garantizar que son capaces de integrar las premisas que la orientación al dato requiere:
- Toda actividad de analítica avanzada debe estar alineada con la estrategia corporativa, y realimentar con insights dicha estrategia para pivotar rápidamente frente a cambios del mercado.
- Cualquier proceso de la compañía debe estar diseñado o adaptarse para considerar el tratamiento de los potenciales datos que se generen en el mismo.
- Los datos son un activo corporativo y deben estar disponibles para su consumo en repositorios gobernados y abiertos a la organización.
- Los empleados de la compañía tienen una cultura del dato que permite tanto alimentar los sistemas con datos de alta calidad como analizar los mismos para generar insights de valor.
- Las infraestructuras y sistemas tecnológicos están adecuadamente dimensionados y desplegados para habilitar mecanismos de integración continua de los modelos analíticos.
- Se establecen mecanismos de escucha en redes sociales para conocer la percepción del público y prevenir o mitigar potenciales crisis de reputación.