Con el aumento de la población en las ciudades surge la necesidad de replantear la movilidad tal y como la conocemos y apostar por la sostenibilidad.
Por esta razón, las ciudades inteligentes deben trabajar en mejorar los desplazamientos que realizan los ciudadanos a las ciudades, con el objetivo de combatir la contaminación y el uso excesivo de coches y otros vehículos.
Una forma de conseguir la mejora de la movilidad es mediante las soluciones de movilidad inteligente, las cuales facilitan la búsqueda de aparcamiento en las áreas urbanas, mejorando la fluidez del tráfico, favoreciendo el comercio local y la satisfacción de los habitantes y visitantes.
Además, la aplicación de estas soluciones no sólo se aplica exclusivamente a las áreas urbanas, sino que también puede aplicarse en aparcamientos aeropuertos, hospitales, centros comerciales, espacios naturales o párquines disuasorios, infraestructura que cada vez tendrá mayor relevancia a medida que se pongan en práctica políticas de limitación de emisiones.
Finalmente, las ciudades inteligentes pueden ser capaces de aprovechar los datos generados por los sensores de aparcamiento para obtener información sobre la ciudad. De este modo, estos datos pueden ser utilizados para mejorar la infraestructura, la eficiencia energética y los servicios de la ciudad.
Promoción los parkings disuasorios localizados en zonas aledañas menos congestionadas para reducir las molestias y la polución causadas por el tráfico dentro del centro urbano