El principal reto de este proyecto es el caso de uso de la telemetría del agua, puesto que lleva al extremo la tecnología NB-IoT. Este despliegue requiere de una alta concentración de dispositivos, además de ubicaciones soterradas debajo de una plancha de hierro forjado y rodeado de hormigón. Por otro lado, la vida de las baterías debe alargarse al menos 12 años y, por último, las entregas deben tener unas calidades de lectura del 100% en el día.

Qué dicen de nosotros

    “El despliegue de la red NB-IoT para la transformación de la gestión del agua contribuye a una mejora en el medio ambiente, porque dejamos de producir más de 5 hectómetros cúbicos al año ofreciendo el mismo servicio, lo que se traduce en una reducción de emisiones de más de 1.400 toneladas de CO2”.

    Víctor González Carbonell, Director de Telelectura y Contadores